La tensión ocular alta es un factor de riesgo que debe ser controlado para evitar que se produzcan enfermedades oculares crónicas e irreversibles.
¿Qué es la tensión ocular?
La tensión ocular significa que hay un aumento de la presión dentro del ojo por una alteración por exceso en la producción del humor acuoso o insuficiente drenaje en la salida del humor acuoso lo que puede generar glaucoma (daño en el nervio óptico).

Humor acuoso
Es el líquido que se encuentra en la parte anterior del ojo, sirve para oxigenar las estructuras que no tienen vasos sanguíneos (como la córnea y el cristalino)

Humor vítreo
Es el líquido que se encuentra entre la superficie interna de la retina y la cara posterior del cristalino. Es más denso que el humor acuoso, y sirve para mantener la forma del globo ocular.

El desequilibrio aparece entre la producción de líquidos y su salida del ojo. El líquido tiene que pasar por una malla para su drenaje y cuando esta malla de salida se obstruye, es cuando se produce una subida de presión ocular.

¿Cuáles son los síntomas de padecer tensión ocular alta?
La tensión ocular alta no presenta ningún síntoma. Una persona puede padecer de presión ocular alta durante años sin que note nada.

En muchos casos ocurre que esa persona ya tiene dañado el nervio óptico hasta en un 50% antes de que empiece a notar problemas de visión.

¿Qué causa la hipertensión ocular?
No existen unas causas claras que justifiquen el aumento de la presión intraocular, aunque hay factores como: la edad (a partir de los 40 años), la herencia genética, miopía alta o hipertensión arterial, que aumentan la probabilidad de padecer hipertensión ocular.

El estrés oxidativo puede definirse como un desbalance entre las sustancias oxidantes (radicales libres) y antioxidantes del organismo a favor de las primeras, esto puede provocar un aumento de la presión ocular.

Las causas que favorecen el estrés oxidativo son:

Bajo nivel de antioxidantes debido a una mala nutrición.
Falta de ejercicio físico regular.
Contaminación ambiental.
Tabaquismo activo y pasivo.
Exposición a sustancias tóxicas.
Exceso de estrés.
Hiper o hipotensión arterial
¿Cómo se mide la tensión ocular?
La tensión ocular se mide mediante el procedimiento de la tonometría, consiste en medir la tensión de un líquido alojado en cámara anterior, en estos casos la presión intraocular.

Los aparatos que se utilizan para la medición se llaman tonómetros, en líneas generales se puede decir que en la actualidad hay de tres tipos:

Tonómetro de aire
Este aparato expulsa una pequeña corriente de aire para aplanar la córnea. Es un método rápido y fácil para detectar rápidamente los casos de presión intraocular alta tanto en adultos como en niños. Suele usarse en ópticas

Tonómetro de aplanación
También conocido como tonometría de Goldmann. Esta técnica utiliza una lámpara de hendidura que está en contacto con el ojo.

Para realizarlo es necesario suministrar al paciente unas gotas con anestesia local. Este método suelen utilizarlo los Oftalmólogos.

Diferentes niveles de tensión ocular
La presión intraocular se mide en milímetros de mercurio (mm Hg), y se puede dividir en tres niveles:

Presión ocular baja
Cuando los niveles de presión se encuentran por debajo de 10 mm hg.

Presión ocular normal
Cuando los niveles de presión se encuentran entre 10 y 22 mm hg.

Presión ocular alta
Se da cuando la tensión ocular tiene más de 22 mm hg.

Hipertensión ocular y glaucoma
El nervio óptico es el encargado de transmitir la información que recibe el ojo al cerebro, una presión ocular alta puede producir daños en el nervio óptico (que es la parte más sensible del globo ocular) o enfermedades graves e irreversibles como el glaucoma.

El glaucoma
El glaucoma es una pérdida de visión en el campo visual que si no se detecta a tiempo puede producir ceguera total y permanente. En la actualidad es el segundo motivo de ceguera a nivel mundial, el primero son las cataratas.

Las cataratas se pueden corregir, el glaucoma provoca daños irreversibles. Se puede frenar si se detecta a tiempo, pero si el paciente no se da cuenta y el glaucoma avanza, puede provocar ceguera.

Por este motivo es importante acudir periódicamente a tu oftalmólogo de confianza para hacer una revisión periódica.

Síntomas del glaucoma
El glaucoma es una enfermedad progresiva que afecta al globo ocular de fuera hacia adentro. Por este motivo muchos pacientes notan los síntomas tarde, cuando ya han perdido hasta un 40% de campo de visión, lo que se conoce como “visión de túnel”.

Dependiendo del paciente, la progresión de esta enfermedad puede ser lenta o muy rápida.

Algunos de los síntomas son:

Visión borrosa en los laterales.
Halos de luz.
Dolor ocular.
Dolor de cabeza.
Náuseas.
¿Cómo bajar la tensión ocular?
Para prevenir enfermedades crónicas e irreversibles como el glaucoma, lo mejor es controlar la tensión ocular.

Los malos hábitos influyen directamente en el aumento de la presión ocular, igual que el abuso en la ingesta de hidratos de carbono, comida frita y otros alimentos considerados “comida chatarra”.

Para bajar la tensión ocular de manera natural es recomendable:

Hacer deporte con frecuencia.
Mantener una dieta rica en vitamina A, C y E.
Disminuir el estrés en la medida de lo posible.
Evitar el contacto directo o indirecto con el humo del tabaco.
Reducir la ingesta de bebidas alcohólicas.
Tratamiento para la hipertensión ocular
El tratamiento para la hipertensión ocular será diferente para cada paciente. Dependiendo de la gravedad y particularidades de cada persona el tratamiento para controlar la presión ocular puede ser:

Mediante fármacos suministrados por gotas.
Tratado con láser.
Intervención quirúrgica en los casos más graves. Esta intervención quirúrgica consiste en drenar el líquido que se está produciendo dentro del ojo para que la presión intraocular disminuya.
La decisión sobre cuál es el tratamiento adecuado debe hacerla un oftalmólogo especialista, previa exploración ocular.